Bajo los postulados del
Humanismo democrático y el Estado-docente se debía pasar de una educación de
castas a una educación de masas (Prieto Figueroa) en el proceso de transición
de una dictadura de 27 años a una democracia representativa. En 1958, bajo el
gobierno de Rómulo Betancourt se implanta la tesis de Prieto Figueroa la cual
ya había sido recogida en la Constitución Nacional producto de la Asamblea
Nacional Constituyente de 1947 y la Ley de Educación de 1940, la cual se amplía
en la Constitución de 1961 y la Ley Orgánica de Educación de 1980. Es menester
aclarar que en el régimen democrático se han desarrollado diversas políticas de
educación pública con el común denominador de formar a la persona de manera
integral, partícipe de una sociedad democrática y plural, con la ciencia y la
tecnología como nortes del desarrollo humano.
Es
imperativo volver con frecuencia la mirada al pasado para tratar de comprender
el presente. Los hechos sociales de relevancia poseen una trayectoria en el
tiempo que conviene caracterizar por sus períodos más importantes distinguiendo
los aspectos resaltantes de los mismos. Las causas de ciertos comportamientos
individuales o colectivos y hasta institucionales suelen ser consecuencia de
modelos adoptados en el pasado remoto o reciente. Es por eso que la historia es
"ciencia práctica" cuyos reportes de investigación y sus conclusiones
contribuyen a resolver problemas de tipo social en el presente (Brito Figueroa,
1978).
En tal sentido, al
hablar de la historia de la educación en Venezuela suele partirse de la
conquista española, aunque en honor a la verdad cabría señalar la pedagogía
aborigen o negra (Uslar Pietri, 1989), entendiendo por tal la transmisión de
los usos sociales de manera informal y consuetudinaria del aborigen y el negro
a sus proles en sus saberes y haceres cotidianos. De modo que existe en
Venezuela una educación informal de larga data no sistematizada.
A medida que surgen
nuevas necesidades y las sociedades humanas se tornan más complejas, la
educación se institucionaliza (Savater, 1997). Aparte de algunos maestros
particulares, en la colonia no había escolarización hasta la fundación de la
Universidad de Caracas, las escuelas de primeras letras y colegios nacionales.
Instituciones escasas a las cuales asistían sólo los hijos de los blancos, la
élite de una sociedad de clases y castas.
La universidad
republicana fue fundada por El Libertador una vez lograda la independencia
política, con la colaboración de José María Vargas, en 1827; y en 1830 Páez
crea los Colegios Nacionales, y ya desde 1821 una disposición legal exigía
escuelas en lugares donde hubiera 30 niños en edad escolar, lo cual se vio impedido
por la inestabilidad social e institucional reinante en la época.

En lo que podría
llamarse un segundo período, Simón Bolívar demuestra en sus escritos una
constante preocupación por la educación. La consideraba un medio eficaz para
elevar los niveles de conciencia y superar las desigualdades existentes entre
los venezolanos de ese entonces. Ya en el Discurso de Angostura (15.08.1819)
pedía al congreso prioridad para la educación como un modo de formar ciudadanos
libres, despojados del vasallaje y la ignorancia en los que España había
mantenido al Nuevo Mundo. Si en la colonia se formaba para ser esclavos y
defender al rey, en la república se forma para la autonomía política con apoyo
de las ciencias y técnicas liberales, con lo que surgiría la primera generación
de positivistas de la época de Guzmán Blanco, quien en 1870 decreta la
educación primaria gratuita y obligatoria. Esta se suponía una educación
ilustrada y de carácter nacionalista con referencia a los héroes patrios y en
particular a El Libertador, aunque los resultados parecen indicar que se
continuó la práctica pedagógica tradicional divorciada de las demandas y
necesidades de la sociedad.
A su tiempo, la Escuela
Nueva o Activa introduce cambios que dinamizan la educación venezolana y se tiende
a transitar caminos nuevos alejados de los métodos memorísticos escolásticos de
recitar contenidos de escasa vinculación con las demandas de la sociedad. La
llamada escuela Activa surge como reacción a la escuela tradicional tan rígida
y poco progresista, y se fundamenta en la libertad y el trabajo del alumno,
procurando el desarrollo armónico de todas las potencialidades del niño.
No obstante, parece
evidenciarse un déficit de cobertura, calidad y pertinencia de los contenidos
educativos, dado que el llamado "Proyecto Bolivariano" que incluye el
plan Simoncito, la Escuela Bolivariana, las Escuelas Técnicas Robinsonianas, el
Liceo Bolivariano y la Universidad Bolivariana, no ha sido evaluado cabalmente.
La Constitución nacional de 1999 en su artículo 102 garantiza una educación
gratuita y de calidad para todos, fundamentada en la valoración del trabajo,
bajo los postulados de la corriente Constructivista con un evidente componente
humanista, en contraposición con anteriores proyectos educativos marcados por
el conductismo y la tecnocracia.
En consecuencia se puede
argumentar que la educación está signada por un innegable componente político,
sociológico y pedagógico, expresión del pensamiento de la época. En democracia
la educación formal propicia la movilidad social evitando la discriminación y
los privilegios, resalta la dignidad humana dado que la educación es un derecho
natural y promueve el desarrollo de la mano de las tecnologías de la
información y la comunicación.
Por: Esp. Kristal González
Doctorante de la UFT, Lara Venezuela.