jueves, 21 de febrero de 2013

Bienvenidos




Doctorantes:
Liliana Figueroa.
Lee Gonzalez.
Kristal Gonzalez.


Universidad Fermín Toro.
Lara, Venezuela.

     
El Liderazgo Docente en el sistema educativo es muy importante dentro del trabajo de enseñanza aprendizaje y abarca muchos ámbitos  de la práctica docente en el aula, como el Dominio de Temas, Dominio de la Clase, Manejo del Aula tanto el espacio físico como las conductas de los estudiantes, esto se logra si el Docente tiene la capacidad de proyectarse como un líder ante sus alumnos, porque es a través de su liderazgo que dirige, coordina, impulsa, evalúa y crea condiciones que desarrollen la enseñanza, todo aunado a la relación e interacción Docente – Alumno que este cree con sus estudiantes.
  
     Por lo tanto El Líder es un conductor de grupo, un orientador y un dirigente de la dinámica grupal que coadyuva a conseguir con eficacia y certeza las metas y objetivos que se plantea un grupo.  En este blog encontraras información de interés sobre Liderazgo del Docente, Cambios de la Educación en el Proceso  Histórico Venezolano y Calidad Educativa como valor esencial del Docente Como Líder que  podrán servir de referente para investigaciones escolares o como fortalecimiento de saberes propios y tan necesarios para el ejercicio de la profesión docente.
  

Liderazgo Educativo


Sydney Hook planteó en una ocasión:
"Cualquiera que recuerda su propia experiencia educativa se acuerda de los profesores, no de los métodos y técnicas. El profesor es la persona clave de la situación educativa. El hace y deshace programas".
  • ¿Qué es entonces el liderazgo educativo?
  • ¿Quién lo ejerce?
  • ¿Es lo mismo ser docente que líder educativo?
  • ¿Cuáles son los requisitos, cualidades y habilidades del líder educativo?.
  • ¿Existe diferencia entre docente y líder educativo? - Sí.
  • ¿Cuál es la diferencia?
        La diferencia entre docente y líder educativo radica en el origen de la autoridad de cada uno, ya que ella constituye la premisa de la relación dominio - subordinación.

     La autoridad del docente proviene de los niveles superiores en la institución educativa, en relación con el nivel que ocupa respecto a los estudiantes. Es autoridad oficial. La autoridad del líder pedagógico o líder educativo  proviene siempre de los estudiantes con los cuales interactúa y con quienes comparte su posición, normas y valores. Es autoridad moral.

     Por ende, podemos afirmar que el concepto de líder educativo siempre implica la existencia de un determinado vínculo entre el docente y los estudiantes, caracterizado por la existencia de una ascendencia más o menos estable del profesor sobre sus niños, donde tal ascendencia resulta mayor que la que posee cualquier otro docente del grado sobre grupo de estudiantes. Se debe subrayar, además, que el atributo más diferenciable en el líder educativo, es decir, su autoridad, proviene de un acuerdo voluntario y tácito entre el docente y los estudiantes.

     La condición de líder educativo de un determinado profesor dentro de un colectivo docente descansa en la autoridad moral o real que éste ostenta ante el grupo de estudiantes. Por tanto, no tendría sentido pensar que tal atributo puede ser adjudicado desde fuera o auto adjudicado por algún docente.

     Si los estudiantes del grupo vinieran obligados, de alguna forma a aceptar la autoridad, no estaríamos hablando de líder educativo. La esencia del liderazgo del docente está en aumentar la influencia educativa (autoridad) sobre los estudiantes por encima del nivel de obediencia mecánica a las órdenes rutinarias venidas de la institución educativa.
 

     Líder educativo es el docente, liderazgo es el propio proceso que desarrolla el docente que es líder. Ya en una ocasión Kathleen Kennedy, fundadora de las Maryland Schools para el éxito planteó que:
"Los estudiantes tienen la energía, la imaginación y la inteligencia necesarias para mejorar la situación en sus comunidades, lo único que necesitan es que se les pida que demuestren lo que pueden hacer". 
Y eso sólo se los puede pedir un docente que sea líder.



Cambios de La Educación en el Proceso Histórico Venezolano


Bajo los postulados del Humanismo democrático y el Estado-docente se debía pasar de una educación de castas a una educación de masas (Prieto Figueroa) en el proceso de transición de una dictadura de 27 años a una democracia representativa. En 1958, bajo el gobierno de Rómulo Betancourt se implanta la tesis de Prieto Figueroa la cual ya había sido recogida en la Constitución Nacional producto de la Asamblea Nacional Constituyente de 1947 y la Ley de Educación de 1940, la cual se amplía en la Constitución de 1961 y la Ley Orgánica de Educación de 1980. Es menester aclarar que en el régimen democrático se han desarrollado diversas políticas de educación pública con el común denominador de formar a la persona de manera integral, partícipe de una sociedad democrática y plural, con la ciencia y la tecnología como nortes del desarrollo humano.
       Es imperativo volver con frecuencia la mirada al pasado para tratar de comprender el presente. Los hechos sociales de relevancia poseen una trayectoria en el tiempo que conviene caracterizar por sus períodos más importantes distinguiendo los aspectos resaltantes de los mismos. Las causas de ciertos comportamientos individuales o colectivos y hasta institucionales suelen ser consecuencia de modelos adoptados en el pasado remoto o reciente. Es por eso que la historia es "ciencia práctica" cuyos reportes de investigación y sus conclusiones contribuyen a resolver problemas de tipo social en el presente (Brito Figueroa, 1978).
En tal sentido, al hablar de la historia de la educación en Venezuela suele partirse de la conquista española, aunque en honor a la verdad cabría señalar la pedagogía aborigen o negra (Uslar Pietri, 1989), entendiendo por tal la transmisión de los usos sociales de manera informal y consuetudinaria del aborigen y el negro a sus proles en sus saberes y haceres cotidianos. De modo que existe en Venezuela una educación informal de larga data no sistematizada.

A medida que surgen nuevas necesidades y las sociedades humanas se tornan más complejas, la educación se institucionaliza (Savater, 1997). Aparte de algunos maestros particulares, en la colonia no había escolarización hasta la fundación de la Universidad de Caracas, las escuelas de primeras letras y colegios nacionales. Instituciones escasas a las cuales asistían sólo los hijos de los blancos, la élite de una sociedad de clases y castas.

La universidad republicana fue fundada por El Libertador una vez lograda la independencia política, con la colaboración de José María Vargas, en 1827; y en 1830 Páez crea los Colegios Nacionales, y ya desde 1821 una disposición legal exigía escuelas en lugares donde hubiera 30 niños en edad escolar, lo cual se vio impedido por la inestabilidad social e institucional reinante en la época.


En lo que podría llamarse un segundo período, Simón Bolívar demuestra en sus escritos una constante preocupación por la educación. La consideraba un medio eficaz para elevar los niveles de conciencia y superar las desigualdades existentes entre los venezolanos de ese entonces. Ya en el Discurso de Angostura (15.08.1819) pedía al congreso prioridad para la educación como un modo de formar ciudadanos libres, despojados del vasallaje y la ignorancia en los que España había mantenido al Nuevo Mundo. Si en la colonia se formaba para ser esclavos y defender al rey, en la república se forma para la autonomía política con apoyo de las ciencias y técnicas liberales, con lo que surgiría la primera generación de positivistas de la época de Guzmán Blanco, quien en 1870 decreta la educación primaria gratuita y obligatoria. Esta se suponía una educación ilustrada y de carácter nacionalista con referencia a los héroes patrios y en particular a El Libertador, aunque los resultados parecen indicar que se continuó la práctica pedagógica tradicional divorciada de las demandas y necesidades de la sociedad.

A su tiempo, la Escuela Nueva o Activa introduce cambios que dinamizan la educación venezolana y se tiende a transitar caminos nuevos alejados de los métodos memorísticos escolásticos de recitar contenidos de escasa vinculación con las demandas de la sociedad. La llamada escuela Activa surge como reacción a la escuela tradicional tan rígida y poco progresista, y se fundamenta en la libertad y el trabajo del alumno, procurando el desarrollo armónico de todas las potencialidades del niño.


No obstante, parece evidenciarse un déficit de cobertura, calidad y pertinencia de los contenidos educativos, dado que el llamado "Proyecto Bolivariano" que incluye el plan Simoncito, la Escuela Bolivariana, las Escuelas Técnicas Robinsonianas, el Liceo Bolivariano y la Universidad Bolivariana, no ha sido evaluado cabalmente. La Constitución nacional de 1999 en su artículo 102 garantiza una educación gratuita y de calidad para todos, fundamentada en la valoración del trabajo, bajo los postulados de la corriente Constructivista con un evidente componente humanista, en contraposición con anteriores proyectos educativos marcados por el conductismo y la tecnocracia.

En consecuencia se puede argumentar que la educación está signada por un innegable componente político, sociológico y pedagógico, expresión del pensamiento de la época. En democracia la educación formal propicia la movilidad social evitando la discriminación y los privilegios, resalta la dignidad humana dado que la educación es un derecho natural y promueve el desarrollo de la mano de las tecnologías de la información y la comunicación.


Por: Esp. Kristal González
Doctorante de la UFT, Lara Venezuela.

miércoles, 20 de febrero de 2013

El Liderazgo del Docente


En nuestra sociedad, quizás más que nunca se hace necesario el liderazgo. De personas que asuman responsabilidades, que hagan lo que piensan y que provoquen que las cosas se hagan. Desde una asociación de vecinos, la asociación de padres y representantes de la escuela, los colectivos educativos, hasta la dirección de equipos de trabajo o la organización de actividades. Prácticamente no podemos encontrar actividades que no requieran el trato entre personas, y finalmente el éxito o el fracaso de estas actividades depende en gran medida de las personas y de la forma en que se organizan. Líder es aquella persona que tiene en cuenta su entorno y lo sabe animar y dinamizar.
 
El liderazgo es la forma en que alguien dirige, anima y apoya a un equipo de personas. El mero hecho de ser jefe no significa ser líder. El hecho de ocupar un puesto de responsabilidad no produce automáticamente liderazgo. Se puede quedar en lo estructural, es decir, en ejercicio de poder. Y aunque el poder es una parte del liderazgo, no es suficiente para llegar a ser líder.

En numerosas tareas son necesarios cada vez más no sólo unos buenos conocimientos técnicos sino también una óptima capacidad personal de liderar. Saberse liderar a uno mismo es una de las claves del éxito en nuestra vida profesional y privada, como también lo es ser capaz de resolver los problemas y tomar decisiones. Todo ello viene enmarcado con una buena capacidad de comunicar. Estos ámbitos son los que podríamos definir como clave. Pocas actividades se pueden desarrollar satisfactoriamente sin tener un buen dominio en estos campos.

Así mismo la tarea educativa siempre ha llevado implícita la función de liderazgo. En este liderazgo existe un trasfondo ético que siempre ha rodeado a los actores del proceso enseñanza-aprendizaje, puesto que la enseñanza es una actividad humana en que las personas ejercen su influencia en los demás. Todo profesor debe ser un líder y en el ejercicio de la función docente debe actuar sin demora, cuando ha tomado conciencia de la necesidad de cambio en la realidad en que se desenvuelve.

Sin duda hemos oído y leído diferentes puntos de vista sobre el liderazgo del  docente, en donde se ha cuestionado este concepto y ha aparecido el maestro, el docente, como el líder generador de los cambios ocurridos en ese ámbito.
Es indudable que el maestro siempre ha figurado como líder en su quehacer de formador y que su papel de liderazgo ha cambiado con el tiempo. Los nuevos modelos educativos que vivimos, particularmente en nuestro país en las últimas décadas, marcan un camino inédito, un rumbo nuevo en la educación. Ya es tiempo de que el líder educativo en este campo haga nuevos compromisos, para seguir motivando la interacción social entre los equipos de trabajo en el aula.

Actualmente, existe el consenso de que dirige quien está consciente de la necesidad de cambio y, por lo tanto, lo estimula e impulsa. Este ejercicio de liderazgo del docente consiste, por un lado, en inducir en otros el proceso continuo de mejoramiento y, por otro, estar en posición de influir para producir la innovación. Su esencia se centra en los siguientes aspectos: la toma de decisiones, la motivación y el empuje de los profesores en la innovación educativa. En éstos es trascendente la actitud de liderazgo del docente.

El acto de educar es un empeño humano ennoblecedor que no acepta esperas ni evasiones. Esta característica de agente de cambio se reafirma cuando la

 
comunidad le atribuye al maestro la calidad de creíble, pues él sabe qué quiere lograr de sus alumnos y tiene los conocimientos, las destrezas y la disposición para hacerlo y, además, asume que su rol educativo se ejercita en torno a un sistema coherente de valores, los de la institución.

También demuestra sus condiciones de líder cuando está consciente de las posibilidades futuras de sus alumnos y, en consecuencia, manifiesta su sentido de orientación y visión para el futuro. Con ello rescata la esencia del acto de educar. Además, comprende que su labor es estéril si no existen voluntades, motivaciones, estrategias y responsabilidades compartidas y declaradas para lograr consistencias y coherencias y, por tanto, es capaz de crear y sostener una comunidad de valores compartidos.

Este nuevo líder educativo, al reconocer que la comunidad le asigna demandas múltiples y a menudo divergentes en la cultura organizacional, actúa inspirado por la filosofía del "nosotros" y no en la del "yo". Cuando se identifica con la misión institucional en sus distintas manifestaciones, ofrece alternativas metodológicas viables para promover aprendizajes de actitudes y valores, y asume que con su ejemplo se hacen tangibles la visión y los valores institucionales.

Este líder educativo, al tener en cuenta las potencialidades y limitaciones de sus alumnos, impulsa sus talentos, según sus manifestaciones personales, y fija objetivos alcanzables que pueden ampliarse progresivamente.De este modo, ejerce el liderazgo docente, entendido como proceso mediante el cual el maestro entrega lo mejor de sí mismo para conseguir lo mejor de los demás.


 
La tarea del líder educativo está marcada por la necesidad de infundir en los alumnos la curiosidad y el espíritu crítico, abordar el conocimiento desde el cuestionamiento y el razonamiento, interactuar con sus compañeros y contigo, sabiendo leer la información de los medios y por sobre todas las cosas, transmitirles la convicción absoluta del poder transformador del individuo (el poder de UNO) para crear y recrear su propia realidad, con una conciencia de responsabilidad social en este mundo globalizado en donde la solidaridad es el único puente que enlaza a los individuos.


Desde hace mucho tiempo hasta nuestros días, la humanidad ha cuestionado infinitos paradigmas y ha construido otros nuevos pero, en general, todos han acordado en que la educación es el medio a través del cual se construye el conocimiento y  le toca al maestro como líder docente, realizar esta tarea lo mejor posible.

Los docentes deben enfrentar este nuevo cambio: aceptar que más importante que el conocimiento de hechos es el aprendizaje de conceptos; que a cambio del aprendizaje memorístico, se tiene el significativo y para propiciar esta transición hay que terminar con el antiguo modelo de educador y trocarlo por este nuevo líder educativo. Por tanto, deben generarse nuevas dinámicas educativas para que los alumnos aprendan a aprender. Es necesario hacer el aprendizaje vívido y real, de manera que la tecnología no se agregue como un apéndice, sino como una parte integral del aprendizaje de los alumnos; que encuentren información, la sinteticen y la usen en la construcción de un nuevo conocimiento. Se requiere hacer el aprendizaje disfrutable y retador porque en el contexto en que se desenvuelven los alumnos, se compite con nuevas tecnologías. Es en los salones de clase donde ellos encuentran una manera de interrelacionarse con sus compañeros para entenderse, construirse y convertirse en mejores seres humanos.

Esp.Lee González
Doctorante de la UFT
Lara Vzla

La Resistencia Al Cambio En Programas Educativos


"Como regla general, la innovación representa un cambio".
     La introducción de modelos de enriquecimiento en el aprendizaje cuyos beneficios proveen grandes oportunidades de desarrollo individual a los estudiantes, genera conflicto pues todos viven la experiencia tradicional y esto generalmente construye resistencia. La resistencia a factores educacionales de enriquecimiento se verá aliviada de tal tensión, cuando una introducción sea otorgada junto con una explicación detallada de cómo serán las sesiones en curso y la explicación de cada paso a seguir en el proceso.

  Las innovaciones en la educación pueden tener un número diferente de metas de aprendizaje y enseñanza, por ejemplo en este caso concretamente busca aliviar tensiones existentes, buscando una educación integral efectiva y otorgando la educación especial que requieren estos estudiantes.

   Y es precisamente dentro de este contexto en donde se enfatizan los usos de técnicas y modelos que permiten que los cambios se den. Sin limitarnos a usar sólo las formas en como manejamos las experiencias ya conocidas.

   La introducción de estos modelos busca también la autonomía del estudiante y el desarrollo de sus capacidades, la ayuda entre los mismos compañeros de clases y la cooperación anulativa; el aprendizaje experimental y activo; la educación basada en la resolución de problemas y el aprendizaje con asistencia educacional. Hoy se busca incrementar la independencia en la parte del estudiante que es regularmente satisfecha mediante la implementación de estas innovaciones. De hecho estas innovaciones no pueden ser tomadas aisladamente pues no resultarían exitosas.

     La resistencia a estos cambios se explica por la carencia de la toma de responsabilidades en el aprendizaje, sin embargo el entusiasmo de algunos ante las mismas innovaciones es algo que existe y que atenta a reforzar la calidad de la educación, misma que hace que esta resistencia se difumine con el tiempo; aún así mientras ésta se encuentra presente, regularmente necesita ser procesada con medidas existentes y de una forma sistemática que conlleva al conocimiento.

     Mediante el efectivo conocimiento de las diferentes innovaciones educativas como las que significan y otorgan autonomía en el aprendizaje, será como la resistencia resulte general y disminuya. Es necesario conceptualizar el programa y aterrizarlo a un mundo real, e ilustrarlo en la medida de las posibilidades.

     ¿Qué se debe de hacer precisamente para evitar la resistencia?
     Si encontramos que la implementación de un programa nuevo, traerá como consecuencia la necesidad de adquirir "habilidades adicionales" de parte de los padres, maestros o alumnos, decimos que existe una evidencia que muestra que los demás no están acostumbrados a actuar en ninguna forma extensiva a la usual, esto envolviendo el paradigma de la forma de concebir el aprendizaje.

     Una mayor reorientación y la aclaración de las expectativas acerca de los procesos en el aprendizaje y la enseñanza, serán necesarias. Un gran número de estudios, determina que aquellos que tienen una comprensión por la naturaleza de los programas demuestran un concepto diferente y a favor de los cambios y mejoras de los procesos educativos. El entender y el darse a uno mismo la oportunidad de ver las cosas desde un diferente punto de vista, dará como resultado una experiencia activa y no pasiva como es lo usual, en donde únicamente se absorbe el conocimiento que se transmite de un maestro a un alumno por ejemplo; en contraste con una activa en donde existe una transformación y se convierte en una experiencia que subraya la importancia del entendimiento o de ganar significado del conocimiento.

     Esto hace que el concepto tome un matiz y que construya una estructura en donde existe un significado personal con ideas propias. Las innovaciones educativas en donde incrementamos la independencia y la autonomía, siempre son las que en realidad hacen que se refuerce el aprendizaje en el desarrollo de nuevas capacidades.

   Tratar con algo nuevo, típicamente produce ansiedad y preocupación, especialmente cuando la persona siente relativamente un pobre control sobre el evento. Aunado a esto todos los requerimientos, los costos, las inversiones de tiempo y de energía la inseguridad y todo lo demás.

     Taylor (1986) ha documentado esto como la experiencia de la desorientación y es como un estado que produce tensión, confusión y ansiedad, más una pérdida de la confianza; algo que puede traer inclusive hostilidad en donde serán necesarios ajustes requeridos para lograr integrarlos en una jornada cultural.

Manejando el proceso del cambio
   Se aliviará el estrés y la resistencia al cambio cuando una serie de estrategias sean utilizadas para facilitar la transición, tales como:
* Mantener la discusión y las sugerencias.
* Se cambie el manejo y se brinden estas estrategias de una manera real.


     Tales estrategias usadas para introducir cambios educacionales recaen en:

- El conocimiento de los beneficios del cambio.
- Organizar discusiones y foros: Es muy importante incluir a los padres y maestros, en donde los factores puedan disminuir el estrés que se causa por la necesidad de controlar personalmente un evento y en donde se plantee un cambio positivo que traerá enriquecimiento y será tomado como un reto personal e individual.
- Cambiar actitudes y Perspectivas: Esto implica que el estrés resultado del cambio se reduzca y todos se sientan cómodos y confiados de su individual capacidad de manejar situaciones nuevas. Esto se logrará en gran medida, introduciendo cambios graduales, incluyendo capacidades apropiadas y actividades de desarrollo, de comunicación y de aclarar exactamente lo que se espera de cada uno.

Introduciendo actividades que incrementen su confianza y su habilidad de cumplir con los requerimientos.

Algunas estrategias:

Preguntar dudas entre los involucrados.
  • Introducir nuevas tareas gradualmente.
  • Trabajar en grupos con tareas asignadas y definidas.
  • Mantenerse unidos y ayudarse los unos a los otros.
  • Implementar estrategias de asesoramiento.
     La Innovación educativa y la aceptación de un cambio a través de un argumento requiere un cambio de actitud, y esto debe de hacerse lenta y gradualmente. Estando abiertos a diferentes alternativas y considerando cuales son las metas que deseamos lograr teniendo la confianza de que podemos y aumentar nuestros éxitos en casi cualquier cosa que nos proponemos, es como se dará el cambio sin tanta resistencia.
     Este éxito en la implementación de cualquier innovación educativa y de cualquier tipo de cambio se dará por esta responsabilidad individual de compartir y poder motivar y ayudarnos los unos a los otros en un contexto mucho más general.

Mgs. Kristal González
Doctorante de la UFT
Lara Vzla

La Calidad Educativa como Valor Esencial del Docente como Líde

La calidad es una de las metas más altas que todo plantel educativo desea alcanzar. Para esto se necesitan muchos factores que favorezcan y faciliten el camino para llegar a ella (calidad).
       Primeramente la calidad debe entenderse como un proceso de mejora continua, en el que cada vez que se asciende, se va por más. La calidad abarca todas las formas a través de las cuales la educación satisface las necesidades y expectativas de sus clientes, de su personal, de las entidades involucradas, (en educación se considera cliente al alumno y su familia).
Este aspecto importante del que hablé anteriormente es el Liderazgo por parte de los directivos del plantel educativo. Un buen líder es capaz de resolver problemas, de apoyar a su personal y de hacer que la institución sea siempre reconocida por la calidad educativa que posee, debe capacitar e involucrar a sus miembros, y que el mito del líder individual que saca adelante a la tropa, ha dejado de ser creíble.
       El hecho de decir que la mayor parte del camino para lograr la calidad depende de un buen líder, no quiere decir que sólo el liderazgo sea el factor primordial para ascender. Todos, alguna vez estuvimos involucrados en la escuela primaria y sabemos que para ser reconocidos hay que trabajar en equipo y dar nuestro mayor esfuerzo y dedicación.
        Es por eso que se puede uno preguntar: ¿Por qué no ser yo una de los que contribuyan a mejorar la calidad en la educación?
       Avanzar en la línea de calidad requiere de cambios internos y externos, de trabajo en equipo y de una buena organización. Es por ello que la calidad de las escuelas depende en gran medida de la competencia, dedicación y estilo de liderazgo del equipo directivo.
        Un buen líder es capaz de conseguir por todos los medios el mejoramiento de su institución educativa.
Casi siempre el escuchar que una escuela está completamente decaída, que no presenta una buena calidad de educación, lo primero que nos llega a la mente es el nombre del director del plantel, ¿y por qué no pensar en que los alumnos son los causantes de que no se vea ninguna mejora en la escuela o que quizás el equipo de maestros no funciona como debería ser?, ¿porqué no pensar que en ese problema están involucrados padres y madres de familia o el sistema educativo?
     El hecho de que una escuela tenga un bajo o alto rendimiento y calidad no se debe sólo al equipo de directivos y docentes. Es por eso que la mejor opción para sacar adelante una escuela en el ámbito de calidad, es que todos cooperen en conjunto. Sí, es cierto que el líder es el que debe dar el primer paso, ¿pero quién dice que la comunidad no puede darlo primero?
     En casi todos los estudios de efectividad escolar se ha demostrado que el liderazgo es un factor clave para lograr precisamente esta eficiencia en calidad educativa.
Es por eso que:
“… la importancia del liderazgo en la dirección es uno de los mensajes más claros que nos ofrece la investigación sobre efectividad escolar. Señala el hecho de que no ha surgido evidencia de escuelas efectivas con liderazgo débil.” 
          El simple hecho de reconocer el prestigio de una institución, nos da por entendido que detrás de esa buena calidad existe el trabajo y la organización de un gran líder. Y es que una escuela, sea de nivel preescolar, primaria, secundaria, bachiller o de cualquier otro nivel, necesita el buen manejo de actividades de un valioso director, que sepa que el trabajo que realiza se ve reflejado en sus alumnos. Que mejor satisfacción para un buen líder que ver su institución ascendiendo cada vez más y siendo reconocida por la sociedad como una de las mejores, si no es que la mejor.  Es por eso que el liderazgo es completamente necesario para iniciar y mantener el mejoramiento de la escuela.
      Un buen líder, sabrá cómo organizar las actividades de su equipo de trabajo para hacer así más sencilla la tarea de lograr llegar a la tan anhelada calidad.
Para reafirmar lo dicho se puede  agregar que:
“..El objetivo de cada equipo de mejora, es diseñar, hacer seguimiento y mejorar los procesos críticos que añaden valor a la organización y que permiten conseguir resultados de calidad.
El líder afronta el cambio, para lo cual transmite con emoción una visión de futuro, crea estrategias, fomenta el compromiso de los miembros del equipo y estimula frente a los obstáculos” (Álvarez, 1998)
      El propósito de formar equipos entre los docentes del plantel y el líder es facilitar y lograr un buen desempeño de trabajo, es por eso, que ellos se dan a la tarea de diseñar sus propias estrategias para no hacer de su trabajo una rutina cansada.
Al organizar el trabajo, el líder debe tomar en cuenta que obviamente las estrategias son la mejor ruta para realizar una labor efectiva.
Las estrategias son el punto clave para llevar a cabo un buen liderazgo.
De una u otra forma el líder asigna proyectos a sus colaboradores. Los proyectos son una forma de estrategia de mejoramiento. Si entre los colaboradores existiesen pequeños equipos que se encargaran de realizar una tarea diferente, el avance se vería en un plazo de tiempo más corto.
      “La estrategia de compromiso rechaza el control burocrático como un modo de mejora escolar y, en su lugar, aboga por desarrollar planes de trabajo innovador que apoyen la toma de decisiones del profesorado y el incremento de compromiso en las tareas de la enseñanza. El supuesto de este enfoque es que las prácticas de gestión colaborativas y participativas desatarán la energía y los conocimientos de los profesores comprometidos y, por tanto, traerán consigo una mejora en el aprendizaje del alumno”. (Bolívar, 1995)
      El idear estrategias como éstas hará aún más sencillo el camino hacia la calidad. Un líder con estrategias es un líder con soluciones, y un líder con colaboradores que ayudan a crear estrategias es un líder que tiene todo el camino libre sólo para ir progresando.
Para diseñar éstas estrategias, hay que tener bien claro cuáles propósitos querrán que éstas cumplan; hablar de estrategias no sólo es idearlas y llevarlas a cabo, sino obtener de ellas el mejor beneficio sabiendo cómo trabajarlas.
Quizá no sea fácil ser la persona en quién recae la mayor responsabilidad del mejoramiento de la escuela, pero sabemos que los directores efectivos se exponen como personas que tienen una clara visión de hasta dónde puede llegar a estar la institución que dirigen.
 (“Liderazgo educativo y restructuración escolar”; Antonio Bolívar, 1995, p:7)
“No podemos olvidar que los centros están inmersos en una determinada cultura y, al mismo tiempo, crean una cultura propia, conformada por normas, creencias, valores y mitos que defienden y que utilizan para regular el comportamiento de sus miembros (Díaz, 2000).”
       En este contexto, la situación del director, lo convierte en el centro de todas las miradas, siendo ese el motivo por el que se le suele identificar con el líder (o al menos se espera de él que lo sea).  Es por eso que cualquier acción que el director emprenda, será reconocida como buena o mala, no sólo por autoridades máximas, sino por la sociedad.
       Al aceptar el papel de director se hace acreedor instantáneamente del papel de líder, que con inteligencia sabrá aprovechar. Estando al frente de una institución, se pone al frente de la comunidad que lo rodea.
     La importancia del papel de liderazgo en un director(a) más que en los otros miembros del cuerpo académico, pude ser sensible al contexto, en particular a patrones de organización escolar. Hablar de liderazgo parece sencillo, pero es un conjunto de relaciones, sistemas y procesos que pocas personas ejercen de manera individual.
La principal preocupación del líder no es resolver él mismo los problemas, sino la manera en que los resolverán.
“Nadie duda de la importancia del liderazgo para tres situaciones:
Para facilitar el cambio y la innovación
Para proporcionar una visión de la organización
Para animar sus primeros pasos” (Bolívar, 1997.)
Al líder de las nuevas organizaciones no le queda más remedio que asumir el papel de facilitador que ayuda, con su visión y su misión compartida, a conseguir que el trabajo salga adelante con niveles de calidad verdaderamente competitivos
El liderazgo en el futuro será una función no permanente que surgirá de forma muy compartida con todos los actores de la institución.

Esp.  Liliana Figueroa
Doctorante de la UFT, Lara Venezuela.